HISTORIA

En el año 1994 coincidiendo con la puesta en marcha de los primeros servicios de hospitalización a domicilio en la sanidad pública, un grupo de profesionales de la medicina que ya habían creado otros servicios sanitarios pioneros en España ponen en marcha, con el nombre de Hospidom, el primer servicio de hospitalización a domicilio privado.

Posteriormente entra en su accionariado de forma mayoritaria las Clínicas Zorrotzaurre y Virgen Blanca de Bilbao, centros privados referentes Euskadi y en el resto del Estado, pertenecientes al Grupo IMQ, acreditadas en los mayores estándares de calidad internacionales.

EN QUÉ CONSISTE

La Hospitalización a domicilio se define como un "conjunto de tratamientos y cuidados sanitarios proporcionados en el domicilio de una complejidad, intensidad y duración comparables a las que recibiría ese mismo paciente en el Hospital convencional."

La Unidad de Hospitalización a Domicilio de HOSPIDOM tiene como objetivo el tratamiento y seguimiento de pacientes que reciben el alta en el hospital y precisan continuar con los cuidados necesarios para la curación o mejoría de su cuadro clínico, sin necesidad de continuar ingresados en el centro hospitalario.

La Unidad de Hospitalización a Domicilio de HOSPIDOM está formada por profesionales médicos/as y enfermeros/as con experiencia, que disponen de los elementos técnicos necesarios para llevar a cabo la continuidad asistencial de la enfermedad en el propio domicilio del paciente, las 24 horas del día, los 365 días del año.

VENTAJAS DE HOSPIDOM FRENTE AL INGRESO HOSPITALARIO

  • Ausencia de infecciones nosocomiales o derivadas del hecho de estar ingresado en un centro hospitalario
  • Le evita en gran medida el malestar psicológico de verse fuera de su ambiente habitual y lejos de su familia.
  • Le ayuda a superar la dependencia exagerada del hospital traducida en ingresos reiterados (hospitalismo psíquico).
  • Su alimentación difiere menos de su dieta habitual, descansa mejor durante las noches y no depende de horarios estrictos.
  • Disminución de episodios de confusión mental, delirio y/o depresión en personas mayores al encontrarse en su hábitat habitual.
  • El paciente deja de ser sujeto pasivo de su enfermedad y toma parte de forma más activa y más consciente en su recuperación.
  • La asistencia resulta más humanizada y personalizada para el propio paciente.
  • La familia pasa a ser sujeto activo, que a través de la educación dispensada por el equipo domiciliario, dispensará los cuidados necesarios, integrándose de esta forma en el proceso curativo.
  • Le permite un seguimiento más directo de la evolución del paciente, proporcionándole mayor tranquilidad e información de su proceso.
  • Mejora su calidad de vida al no tener que desplazarse al hspital (descansa mejor, su alimentación no se altera, se evitan traslados y bajas laborales,...).
  • Contribuye a reducir la congestión de la clínica y/u hospital
  • Mayor rotación enfermo-cama, con la disminución consiguiente de listas de espera.
  • Permite dirigir los recursos disponibles a enfermos más necesitados.
  • Influye de manera positiva en la calidad asistencial global.
  • Consigue altos índices de satisfacción de los pacientes.